Crédulos, tontos, pequeños y manipulables. Eso somos, ni más ni menos, quizá más sí ya que tenemos una ceguera importante.
¿Seguís pensando que las cosas malas y terribles sólo pasan en Turquía? ¿Es que los primer mundistas estamos exhonerados vandalismo, del crimen y de delincuentes? Con delincuentes no me refiero sólo a los de la calle, que, tal vez no sean quienes hagan peores cosas, sino me refiero a nuestros verdugos, los verdugos de nuestra ceguera, aquellos que se encargan de ponernos la venda y determinar nuestras formas, costumbres y maneras de pensar.
¿Por qué seguimos una línea de razonamiento inmutable? ¿Es que no tenemos herramientas suficientes para dejar de creer en todo según nos lo cuenta? ¿en qué momento perdimos la curiosidad y la ambición de ver más allá de lo que quieren que veamos?
El texto habla de la ausencia de la tolerancia respecto a lo desconocido la fobia a la pobreza, porofobia, de cómo nos dejamos llevar por el razonamiento de las masas, guiado por los bienes terrenales y del rechazo a aquello que no sea el éxito y la fama.
¿Tan ignorantes somos que nos cuesta darnos cuenta de nuestra ignorancia, aquella que desemboca en prejuicios y miedo a lo desconocido?
Deberíamos de seguir el consejo de Kant y atrevernos pensar por nosotros mismos.
Natali
El racismo biológico no tiene ningún fundamento científico. El racismo no es ni más ni menos que la expresión más extrema del clasismo. La desigualdad social sigue siendo la madre de buena parte de nuestros peores males.
ResponderEliminarJ.M.